Cuando se descubre a un narcisista, puede suponer una gran conmoción para su sistema. Puede reaccionar de varias formas destinadas a protegerse de cualquier consecuencia de su comportamiento.
Lo primero que puede hacer es negarlo todo, intentando hacer creer que las acusaciones son falsas o exageradas. Esto puede hacerse mintiendo, echando la culpa a los demás y negándose a aceptar la responsabilidad de sus actos. A menudo intentarán presentarse como víctimas que han sido injustamente tratadas o malinterpretadas.
Otra táctica que pueden utilizar es proyectar sus propios defectos en otras personas. Se trata de acusar a los demás de hacer lo que ellos son culpables, como ser egoístas o manipuladores, y así desviar la atención de sí mismos.
Otra estrategia consiste en intentar manipular la situación ofreciéndote sobornos, amenazas o halagos, para conseguir lo que quieren. También pueden recurrir a la luz de gas, que es cuando intentan hacerte dudar de tu propia cordura o realidad haciendo afirmaciones falsas sobre lo que ocurrió y lo que no.
Por último, un narcisista puede recurrir a la evasión -negarse a hablar o a responder- como forma de eludir la responsabilidad por sus actos.
Es importante que, si has descubierto que alguien tiene tendencias narcisistas, te mantengas firme y coherente con los límites y las expectativas. Defiéndete con firmeza y no permitas que te intimiden o manipulen para que les des lo que quieren. Recuerda que es su problema, no el tuyo. Cuidar de ti misma debe ser tu prioridad. Asegúrate de rodearte de personas que te apoyen y sean comprensivas: esto te ayudará a mantenerte fuerte ante las situaciones difíciles.
Puede ser un proceso largo tratar con alguien que tiene tendencias narcisistas, pero es posible progresar y encontrar relaciones más sanas. Es importante tomarse las cosas día a día y reconocer las pequeñas victorias del camino. Con paciencia, comprensión y el apoyo de los que te rodean, acabarás llegando a un lugar mejor.